Javier Oliva
Street photography
En los años ochenta Javier Oliva era un joven apasionado por la fotografía. Llevaba siempre encima su cámara analógica y montó su propio cuarto oscuro de revelado. Abandonó temporalmente su afición, pero años más tarde, con el cambio de siglo, volvió a enamorarse de la fotografía ya en la era digital.
Cursó Fotografía de Paisaje y Documental, y aunque empezó por trabajar con fotografía paisajística, más tarde, inspirado por grandes nombres como Alex Webb y Constantine Manos, se pasó a la fotografía callejera.
Con la Ricoh GR III, de la cual es embajador, deambula por las calles del mundo, de Nueva York a Río de Janeiro, registrando la esencia del día a día de estas grandes urbes pero sin dejar nunca de lado una mirada más local.