“Es más difícil ser infeliz en una sociedad feliz.” Con esta reflexión, el director ejecutivo del Happiness Research Institute, Meik Wiking, motivó a la Agencia OAK a poner el foco en las principales problemáticas y desafíos a los que se enfrentan las sociedades de los países nórdicos, consideradas en el imaginario colectivo como idílicas.
El resultado de esa investigación es el proyecto documental de largo recorrido ‘Norden’, que profundiza en los claroscuros de los países escandinavos entendiendo el silencio como punto de partida y nexo de unión del relato. Aún en desarrollo, está compuesto de ocho episodios, uno por cada país y región autónoma de los miembros del Consejo Nórdico: Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia, las Islas Feroe, Groenlandia y Åland.
El fotógrafo y videógrafo Guillem Trius, embajador de Sigma y coordinador audiovisual de OAK, nos cuenta más detalles acerca de ‘Norden’ y en particular del quinto episodio de este proyecto, que lo trasladó a Noruega durante un mes para documentar una de las problemáticas más desafiantes para el país: la alta tasa de mortalidad por el consumo de heroína.
Lo hizo todo con un solo objetivo, su predilecto tanto para fotografía como para vídeo: el Sigma 35mm F1.4 DG DN Art.
‘Norden’
“Los países nórdicos siempre están en las primeras posiciones en el índice de felicidad, pero como agencia nos preguntamos si realmente la gente que vive allí es feliz. Los medidores de felicidad miden la alfabetización, el acceso a la salud y a la educación pero se olvidan de la parte más emocional y la parte más humana.
Hay un poema que dice: ‘Cuanto más fuerte es la luz, más alargada es la sombra.’ Nosotros quisimos indagar en las sombras de los países nórdicos, ir más allá del imaginario colectivo que tenemos, de esta vida perfecta y del estado del bienestar.
Este proyecto tiene el reto de retratar la idiosincrasia de los países del norte, todo eso que se calla, todo eso que no se habla. Son sociedades muy herméticas y distantes que llevan a las personas que no encajan en esa sociedad a situaciones marginales.
La reflexión de Wiking (es más difícil ser infeliz en una sociedad feliz) nos acompaña en todos los episodios. Cuando se presupone que tienes que ser feliz, que has tenido todas las oportunidades, se convierte en una especie de autocracia de la felicidad y es todavía más difícil quedar marginado. A su vez, son sociedades muy introspectivas que no tienen muchos espacios sociales, por lo que los problemas se vuelven una carga interna difícil de soportar.”
Oslo y la heroína
“Oslo es la segunda ciudad europea con más muertes por sobredosis de heroína. En este episodio nos preguntamos por qué y quisimos documentar la historia de las personas que han pasado o están pasando por esto.
A partir de ahí indagué en una Oslo más desconocida, la que no sale en las revistas. Sin embargo, tampoco es que este problema pase desapercibido para la sociedad; la calle donde venden heroína está en el centro de la ciudad y ahí es donde conocí a las personas que forman parte del proyecto.
Cuando abordamos un tema siempre intentamos hacerlo desde puntos de vista y disciplinas diferentes. Nos parecía importante retratar a esas personas mucho más allá de su adicción; quisimos mostrar también el contexto personal e ir más allá del consumo. De hecho me llevé una sorpresa, porque tuve conversaciones muy profundas con las personas que participaron del proyecto. Uno de ellos, Svein-Ragnar, es poeta y tiene algunos poemas increíbles. Hablamos sobre cultura, literatura, música y arte.
Descubrimos que la mayoría de las personas que habían logrado dejar atrás el consumo lo hicieron a partir de su entorno o de alguna afición. Es decir, cada historia que forma parte del proyecto terminó siendo un viaje hacia la luz. Acercarme con la cámara y tratar este problema a través de la fotografía creo que fue un acierto; es el soporte que mejor retrata esa sombra alargada.”
Luces y sombras
“Hay muchas referencias y metáforas visuales a lo largo del proyecto con las que buscamos representar la luz y la sombra. El uso del blanco y negro es parte de esa búsqueda, es una propuesta en base a lo que es la luz del norte, tan blanca o tan oscura. Queríamos responder a la génesis del proyecto en cuanto a lo que nos íbamos encontrando en cada historia. El blanco y el negro, lo bueno y lo malo, que se entremezcla en una escala de grises.
Hay otras metáforas, como el cisne, por ejemplo, que más allá de ser el emblema del Consejo Nórdico es también una referencia al cuento del patito feo. También aludimos al imaginario colectivo en las imágenes, como la del glaciar en el que se ve la luz desde abajo o el retrato de Knut-Andreas, que aparece saliendo del agua, como saliendo a flote, buscando la luz. Esto es lo que quisimos representar en el relato fotográfico, esa búsqueda hacia la luz.”
Historias en profundidad
“En este trabajo he vuelto a disfrutar de la fotografía, de estar solo con la cámara y tener acceso en profundidad a las historias. En el vídeo tienes que anticipar un poco cada situación, tienes que tener algo de previsión. Es decir, no todo sucede de forma tan orgánica y natural como en la fotografía; tienes que tener más control sobre la realidad, pensar en las secuencias, los planos, etcétera. La fotografía es que sucedan las cosas, y esto me gusta.
Yo empecé con la fotografía más periodística, pero cada vez más me atrae la fotografía documental que es más evocativa, que se nutre de las metáforas y que intenta retratar los sentimientos, el silencio y lo onírico. Busco crear una atmósfera de un mundo interior y de una forma de ser.
Disfruté mucho de este trabajo porque volví a conectar con otra forma de trabajar, donde el tiempo no importa y donde tomas el camino más largo porque sabes que ahí es donde suceden las historias más bonitas.
En la fotografía documental trabajamos con historias vivas, con personas. No podemos abordar la vida de otra persona sin espacio, y dar espacio es dar tiempo. El tiempo es vital para poder contar las historias como merecen ser contadas.”
