¿Alguna vez te has preguntado en qué película te gustaría quedarte a vivir si tuvieras la oportunidad? Esa es la pregunta que inspiró a Pablo Maqueda para emprender un nuevo viaje cinematográfico. Tras el éxito de ‘Dear Werner’, un documental en homenaje al cineasta alemán Werner Herzog, el director madrileño se embarca ahora en el nuevo proyecto ‘Caro Nanni’.
Treinta años después del estreno de ‘Caro Diario’ e inspirado en las películas del icónico director italiano Nanni Moretti, el nuevo documental de Maqueda es una road movie que acompaña al director durante una travesía desde Madrid a Roma. Un homenaje al cine italiano y en particular al genial Moretti, indisociable de la vespa con la que recorre las calles de Roma en su film más emblemático.
Rodado primero en la capital española y luego en Barcelona, este largometraje de Maqueda trasladó a todo el equipo técnico en dos autocaravanas por Ferrara, Turín, Bolonia, Venecia, Roma, Nápoles y las Islas Eolias, entre otras.
La película cuenta con Pedro Román como director de fotografía, quien incluyó como parte de su equipo de grabación al Sigma 18-35mm F1.8 DC HSM Art.
“Desde que grabé con objetivos Sigma me enamoré de ellos y quise adquirirlos para cualquiera de mis proyectos. Lo bueno de estas ópticas es la calidad de imagen que ofrecen por un precio tan competitivo. No solo son fáciles y rápidos de usar, sino que también ofrecen un resultado óptimo”, asegura Román.
Sigma 18-35mm F1.8 DC HSM Art
Román ya había utilizado dos objetivos Sigma en ‘La chica de Dak Lak’, un largometraje rodado en Vietnam del que fue su director.
“En ese proyecto solo iluminamos con luz práctica debido a que las actrices se movían por localizaciones que grabamos casi en 360 grados. El Sigma 18-35mm es un objetivo muy rápido que te permite grabar en este tipo de situaciones. Sabía que en ‘Caro Nanni’ tendríamos escenas similares; por eso decidí usarlo.”
El extremo angular de este objetivo fue otro de los aspectos que consideró el DOP: “Pablo veía la comedia en grandes planos generales estáticos, parecidos a los que usa Ruben Ostlund o Roy Andersson. Este objetivo lo usamos en este tipo de escenas, ya que es bastante angular. También lo usamos en interiores muy estrechos. Por ejemplo, en las entrevistas que realizamos dentro de las autocaravanas, donde la luz era escasa y tener un objetivo rápido nos ayudó mucho.”
Según Pedro Román, utilizar una óptica de cine habría ido en contra del carácter documental del proyecto: “En muchos casos no había mucho tiempo de preparación del tiro de cámara, y con una óptica de cine nos podríamos haber perdido el momento. Recuerdo por ejemplo una escena en el puerto de Salina, donde estábamos paseando y vimos una lancha atracando. A Pablo se le ocurrió una escena en la que falseáramos que él y Haizea [Viana, una de las productoras] se bajaban de esa lancha, por lo que corrieron hacia ella mientras yo preparaba el cuadro en apenas unos segundos. Este tipo de escenas que ocurren en el documental no pueden grabarse con una óptica que requiera mucho tiempo [de montaje].”